En una zona de muchos árboles verdes de fuertes raíces y tallos frondosos, con una brisa fresca continua que traía consigo un olor a mastranto que inundaba por completo todo lo que tocaba, se podía sentir el calor del día y el frio de la noche, los destellos de luz se filtraban por entre las hojas, dando un espectáculo sin igual de distintos colores cual prisma de luz, se podían escuchar cuando te relajabas, a los pájaros y si te relejabas un poco más, al mismo silencio; era sin duda un paraíso un lugar excepcional único en donde cualquiera podría sentirse cómodamente a gusto, seguro y tranquilo.
En la copa de uno de esos árboles vivía una familia de Halcones primitos, Pequeños halcones primos del halcón peregrino, que celebraban la llegada de una nueva integrante en la familia, los padres la llamaron Butterfly, por sus hermosos colores que parecían una mariposa. Butterfly era la menor de una familia de tres hermanos Halcones, el mayor le decían el mago, por su capacidad de cambiar las cosas casi que de una manera mágica y luego estaban el catire con un plumaje inigualable con colores muy parecidos a los de butterfly y el pecoso llamado así por sus manchas en su blanco plumaje.
Desde pequeña butterfly contó con las mejores atenciones de todo la familia, dado que no sólo era la mas pequeña de la familia, sino que además era la única hembra de las crías, la diferencia de edad del mago y el resto de los hermanos era importante por lo que era muy fácil de verla como un pequeño regalo enviado por dios.
Muchas lunas pasaron, el aire traía nuevos tiempos, el mago, el catire y el pecoso, fueron convirtiéndose en halcones listos para arrancar a su punta del árbol y formar su propia familia, sin embargo, butterfly abarrotada de tantas atenciones no había logrado volar, el exceso de cuidado por parte de toda la familia y la avalancha de amor a esta criatura era tal, que ella no sentía necesidad de volar a buscar sus alimentos y de conocer el mundo. ¿Se preguntaran cuantas veces pasa esto en las distintas familias del reino animal?. Pues seguramente mas de lo que pudiésemos imaginarnos.
Butterfly crecía pero no salía de su nido, ya sus hermanos no le daban tanta atención porque cada uno tomaba su propio camino, sin embargo los padres se empeñaban aun mas en tratarla mantenerla y retenerla como si fuera un pichón recién nacido. Cuando ella trataba de dar un paso fuera del nido por su propia cuenta, alguno de los padres inmediatamente se colocaba al lado hasta asegurarse de que volviera a la protección del nido, ella acostumbrada a eso no ponía mayor resistencia y cómodamente seguía recibiendo sus beneficios.
Un día butterfly salió de su nido a escondidas y en esa rama se encontró a un zamuro, el zamuro era todo lo contrario a los Halcones, no cazaba sólo comía carroña, desperdicios, era negro y feo, relacionado en la mayoría de los lugares con la basura y no eran queridos en ningún lado. Pareciera que a los zamuros no le importa moverse para conseguir su alimento, sólo espera a que esté un desperdicio para tomarlo y comerlo, lo fácil por delante.
De manera increíble butterfly se hizo muy amiga de los zamuros, podría ser porque vio en ellos parte de su condición, ella le llevaban todo sin moverse sin trabajarlo o ganarlo, el zamuro esperaba con flojera y tranquilidad que su comida llegara para acercarse y fácilmente tomarla; o quizás por una forma de protestar en contra del supuesto yugo de sus padres, buscando todo lo contrario a un Halcón.
Esta situación volvió loco a la familia de Halcones, El mago, catire y pecoso salieron a la defensa del nido mientras desesperadamente los padres solicitaban por ayuda, los halcones atacaron a cuanto zamuro se acercaba, pero nunca se preguntaron si realmente butterfly quería ser defendida y aun mas porqué? quería ser como un zamuro o si realmente ella sabía lo que era ser un Zamuro.
Muchas lunas pasaron y muchas guerras entre Halcones y Zamuros se dieron, los padres no quería salir del nido por miedo a que butterfly se fuera con un Zamuro, después de tanto esfuerzo, tanto amor y tanta dedicación.
Butterfly por su parte se había convertido en un zamuro por dentro, su frustración de no poder volar, ahora que quería salir con sus amigos zamuros, la convirtió en odio, transformándose en algo totalmente contrario a lo que había podido ser el destino de lo que cualquier familia de halcones se hubiese imaginado. Butterfly salía a jugar en las ramas con los zamuros pero era incapaz de abrir sus alas y volar a vivir sus propias experiencias y proveerse su propia comida, por un lado quería ser y peleaba por tener los beneficios de un Halcon adulto, pero por otro lado esperaba todos los días la ración de comida que le daban sus padres y seguía durmiendo cómodamente en el nido de ellos. Llena de frustración y de odio a quienes durante toda su vida le dieron todo lo mejor de lo que estaba a su alcance. Butterfly se había convertido en un problema que de seguro nadie quiere consigo.
No sabemos que fue lo que pasó, quizás hubo aires distintos, falta de comida o movimientos migratorios que generaron cambios bruscos en la sociedad de los Halcones, quizás un rayo de luz de luna en la tibia noche de la sabana iluminó el sueño de los padres y de butterfly; y de repente, mágicamente una mañana cualquiera comenzaron los cambios.
Los Padres comenzaron a seguir con su vida, con mucho esfuerzo para dejarle espacio a butterfly y comenzaron a disfrutar del resto de la familia. Un día empezaron a viajar a otros lugares y otros bosques llenos de nuevas experiencias, y fueron dejando que butterfly comenzara a procurarse su propia subsistencia, trataron de no seguir imponiendo barreras para que ella siguiera en su relación con los zamuros y ella por su propia cuenta, se diera cuenta de que eran animales carroñosos, flojos y sucios, que no hacían mas nada que esperar por su comida. Ya era decisión de ella, si quería estar con ellos o no. La decisión que tomara ella debería ser asumida por ella misma con responsabilidad y asumir las cosas buenas y no tan buenas que vengan acompañados de esa decisión.
Ella comenzó a aventurarse por otras ramas del árbol y empezó a conseguir algunos frutos para comer, y también se dio cuenta que la comida no era tan fácil de conseguir y que con frutos y la amistad de los zamuros, solamente no podía subsistir, que debía volar para poder conseguir mas comida con que pudiera asegurarse la subsistencia que si quería vivir como un Halcón, poco pueden dar los Zamuros por mucha buena intención que tengan. Entonces decidió abrir sus alas y volar, volar libremente, sin ataduras, sin rencores y dejar su frustración y temores a un lado, en el pasado.
A medida que volaba y aprendía del mundo comenzó a darse cuenta que valor tenía cada una de las cosas que le fueron dadas a cambio de nada; la comida, el nido, el afecto, los conocimientos. Cada vez que vivía un poco mas, entendía lo que era el mundo, un lugar divertido, amistoso con miles de oportunidades para quienes quieren trabajar por ellas con amor y dedicación; entonces logró empoderarse de todas y cada una de las herramientas obtenidas de las vivencias y conocimientos que tanto se habían esforzado por entregarle su familia, logró darle valor a cada una de ellas y entendió lo dichosa que había sido, ahora estaba lista para seguir con su camino sin mirar atrás dejó todo y vivió su propia aventura.
Dicen que cuando Butterfly encontró el valor de los Halcones, logró buscar un Halcon como sus hermanos como su papá aunque con un plumaje distinto y otra forma de cazar y vivir, y tuvo una familia, lo mas curioso es que cuando vio la cara de su primer pichón con lágrimas en los ojos recordó cada cosa buena de su niñez y agradecida con la vida estuvo lista para seguir su próximo paso, ser un Halcón madre. Pero ese, ese es otro cuento.
Hermann Díaz
25 mayo 2011
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