A través de la imaginación podemos hacer como si pudiéramos ver, sentir y oír lo que sucede en unas horas, un día, una semana, un mes, 6 meses, logrando aquello que deseamos lograr. De esta forma ensayamos mentalmente lo que queremos en el futuro, para asegurarnos de que sea ecológico y que realmente sea lo que deseamos. Partimos de la presuposición de que si no se siente bien en nuestra imaginación, probablemente tampoco funcione en la vida real.
El acompasamiento a futuro también nos ayuda a ensayar mentalmente la solución a un problema, a darnos cuenta de cuando estamos alcanzando la meta que nos trazamos, a obtener feedback.
Habrá casos en los que alguien nos dice que no puede ver o imaginar aquello que le estamos pidiendo que visualice, escuche o sienta. Podemos entonces pedirle que “haga como si pudiera”. También podemos decirle “si pudieras, ¿cómo sería?”.
Como dijo una vez Einstein: “La imaginación es más poderosa que el conocimiento”. Así que haz como si ya supieras cambiar tus pensamientos y emociones. Imagínate sintiéndote cada vez más feliz, cada vez más exitoso, cada vez con más recursos.
Todas las herramientas que tenemos son muy buenas en teoría, pero lo importante es llevarlas a la práctica. Así que comienza a orientar tus pensamientos, a sentir como si ya lograste lo que deseas para que ocurra en la vida real. Mientras más practiques, más automática y menos consciente será tu respuesta.
Disfruta practicando viéndote en el futuro.
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