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Recomendaciones para el terapeuta…



Por Elisabeth Tepper Kofod

Master Practitioner, Trainer & Coach PNL
Consteladora Familiar
Genuine ContactTM Trainer & Co-Owner


Cuando llega un cliente a la consulta sea cual sea el tipo de consulta, hay una serie de pasos que puedes seguir como terapeuta:
Dale la bienvenida
Permite que tu cliente se sienta cómodo, en confianza contigo y con tu espacio.  Quizá un te, un café, un vaso de agua. Comparte esos primeros 5 minutos de forma cordial.  Deja que tu cliente sepa que eres tan humano como él o ella.
Pregunta de introducción
Permite que tu cliente llene una planilla de datos, leela, y aclara cualquier duda que tengas.
Los datos que generalmente pido son:
·         Nombre completo
·         Datos de contacto (teléfonos, email, pin, etc), fecha, hora y lugar de nacimiento (esto nos da un poco de contexto histórico y si sabes de Astrología te permite tener un panorama del carácter de tu cliente)
·         Nombre y teléfono de un contacto (nunca me ha sucedido, pero es preferible tener a mano esta información. Recuerda que estás trabajando con un ser humano y emocional, que puedes destapar un proceso personal importante y que puede ocurrir que la persona no se sienta lo suficientemente fuerte como para movilizarse de su cuenta.  Entonces, puedes llamar a alguien para que la venga a buscar)
·         Motivo de la consulta (esto le da un poco de tiempo para reflexionar acerca de porqué está en tu consulta). 
·         Consultas o terapias previas (de nuevo un poco de contexto).
Y comienza el trabajo con tu cliente:

¿Qué le sucede? ¿Cuál considera que es su problema?

Una vez que tu cliente se siente cómodo y en confianza contigo es hora de preguntarle qué le trae a tu consulta.  Permite que te lo plantea a su manera, solo realiza preguntas que sean de aclaratoria.  Por ejemplo: “ Entiendo que lo que te está sucediendo y la razón por la que estás acá es por…?”
Generalmente, ese asunto es algo recurrente y el cliente ha llegado al final de una fase, se ha dicho ¡basta! Y desea producir un cambio en su vida, quizá descubrir una mejor versión de si mismo/a.
Permítele reconocer que su queja es un comportamiento del cual debe hacerse responsable.  “Mi marido…” se convierte en “Yo permito que mi marido…”  “Es que en el trabajo a mi me…” se puede convertir en “En el trabajo yo vivo…”  Estos son solo algunos ejemplos.  Nuestros clientes generalmente tratarán de mostrarnos como son víctimas de las circunstancias y por supuesto, si habrá situaciones puntuales que nos marcan la vida y desatan una serie de eventos subsiguientes (una violación, la muerte de un ser amado, etc.). 

¿Desde cuándo?

¿Cuándo comenzó todo esto? Tomando en consideración los Niveles Lógicos de Robert Dilts, éste sería el nivel del entorno: ¿Quiénes están allí? ¿Cuándo sucede? ¿En dónde? Podemos comenzar a determinar un patrón para el comportamiento y la situación que se desea transformar.

Honrar el pasado por lo que fue

Reconocer que el pasado pasó es algo importante.  Gran parte de nuestro sufrimiento viene de querer cambiar lo que sucedió.  Y la verdad es que eso es imposible, no hay nada que podamos hacer al respecto.  Este es un buen momento para agradecer a ese pasado, ese evento, los eventos, las circunstancias, que seguramente han traido o tienen aspectos positivos, tienen cosas buenas para nosotros, además de las malas y terribles que llevan al cliente a la consulta.[i]

¿Qué tiene de bueno esta situación?

Con calma y con mucho tacto le permitimos al cliente reconocer que además de los beneficios que seguramente vienen del pasado, el comportamiento que presenta tiene una ganancia secundaria. ¿Cuál es? Dale su tiempo y asegúrale que sí, siempre hay una ganancia. Déjalo pensar… quizá puede escribir un rato o colorear… y quizá lo puedes acompañar en silencio.  No es fácil para nadie reconocer esto.

¿Qué quieres entonces? ¿Qué te gustaría?

Cuando ya el cliente ha reconocido el pasado, su ganancia, y utilizando el Metamodelo de Lenguaje diseñado por Richard Bandler y John Grinder (fundadores de la PNL) y/o el Lenguaje Limpio de David Grove, ayuda a tu cliente a darse cuenta de qué es lo que realmente desea.  Qué quiere realmente.  Incluso, si lo crees pertinente, puedes pedirle a tu cliente que defina su meta-resultado… es decir: si obtiene lo que dice que desea, ¿qué más va a obtener?

Ecología

Una vez que tu cliente plantea su estado deseado, asegúrate de que esto cumple con las condiciones de ecología, tanto interna como externa.  Muchos conflictos posteriores a la consulta nacen de no haber realizado este chequeo ecológico.  Si hay alguna parte del cliente que no está de acuerdo con el cambio, si hay alguien en su entorno que puede no estar de acuerdo, hay que negociar.   Y ahora sí…

Utiliza tus técnicas

Seguramente tienes un maletín lleno de técnicas y recursos que puedes utilizar para ayudar a tu cliente a alcanzar su estado deseado.  Permítele a él o a ella reconocer sus propios recursos.  ¡Todos tenemos con qué!  Acá entra la máxima: los problemas que vivimos son del tamaño de nuestras capacidades… Si tú lo crees, lo creerá tu cliente.
Permítele irse de tu consulta mejor de lo que llegó, más sereno, más seguro, con algún recurso exaltado que le permita reconocer que sí puede ser feliz. 
Esto puede suceder lentamente, poco a poco, o rápidamente, en una sola consulta.  ¡Dependerá del caso y del cliente!

Algo más…

¡Manda tarea! Ejercicios para que tu cliente se ponga a trabajar en si mismo, que reflexione, que practique.  Mientras más practica una técnica más inconsciente se vuelve el comportamiento deseado.
Y recuerda… cada cliente es diferente.
No creo en recetas mágicas.  Creo en la flexibilidad del terapeuta. Recuerdas aquello de “no hay cliente difícil sino terapeuta inflexible.”  Ten confianza en ti mismo/a y en la capacidad de tu cliente para moverse desde su estado problema a su estado deseado.
Permítete disfrutar del proceso de transformación de tu cliente.  Estoy segura que con cada puerta que él o ella logre abrir hacia su felicidad, ¡muchas más se abren para ti!!!

Si deseas consultarte o participar en las formaciones de PNL, puedes llamar o escribir a Elisabeth Tepper Kofod a elitepperk@gmail.com, +58 212 986 4254, +58 424 256 5855




[i] En futuros artículos exploraremos como podemos trabajar con cada uno de estos pasos con más detalle.  Seguramente ya a ti se te ocurren algunas opciones.



LA CULPA ES DE LA VACA

Este es uno de los cuentos que mejor describe muchos de nuestros problemas, y en especial los de comunicación, en los que pensamos que siempre es el otro quien tiene la responsabilidad del problema.  Yo, en cambio, no tengo nada que cambiar, soy un comunicador maravilloso.  El otro... esa es otra historia.
Solo cuando asumimos nuestra responsabilidad en el proceso de comunicación, entonces podemos dar apenas el primera paso para mejorarlo.
Recuerda:  EL RESULTADO DE MI COMUNICACIÓN ES LO QUE OBTENGO DE ELLA.
Espero que disfrutes esta historia.
PD: Si alguien conoce el nombre del autor de este cuento, por favor responde a este blog para honrarle.

"Se estaba promoviendo la exportación de artículos colombianos de cuero a Estados Unidos, y un investigador de 
la firma Monitor decidió entrevistar a los representantes de dos mil almacenes en Colombia para realizar una de las mayores compras de cuero de la indsutria. La conclusión de la encuesta fue determinante: los precios de tales productos son altos, y la calidad muy baja.

El investigador se dirigió entonces a los fabricantes para preguntarles sobre esta conclusión. Recibió esta respuesta: no es culpa nuestra; las curtiembres tienen una tarifa arancelaria de protección de quince por ciento para impedir la entrada de cueros argentinos.

A continuación, le preguntó a los propietarios de las curtiembres, y ellos contestaron: no es culpa nuestra; el problema radica en los mataderos, porque sacan cueros de mala calidad. Como la venta de carne les reporta mayores ganancias con menor esfuerzo, los cueros les importan muy poco.

Entonces el investigador, armado de toda su paciencia, se fue a un matadero. Allí le dijeron: no es culpa nuestra; el problema es que los ganaderos gastan muy poco en venenos contra las garrapatas y además marcan por todas partes a las reses para evitar que se las roben, prácticas que destruyen los cueros.

Finalmente, el investigador decidió visitar a los ganaderos. Ellos también dijeron: no es culpa nuestra; esas estúpidas vacas se restriegan contra los alambres de púas para aliviarse de las picaduras.

La conclusión del consultor extranjero fue muy simple: los productores colombianos de carteras de cuero no pueden competir en el mercado de Estados Unidos “¡porque sus vacas son estúpidas!”"

Autor: Desconocido


Elisabeth Tepper Kofod



Escoger es Mejor que no Escoger

Cuando llegas a una encrucijada y
se te pide escoger... ¿qué haces?
Ayer, 29 de noviembre tuvimos nuestra segunda reunión práctica de Programación NeuroLingüística,  tres horas dedicadas a practicar y conversar entre Practitioners, acerca de diferentes tópicos de la PNL.
Y conversamos sobre una de las presuposiciones o creencias útiles de la PNL que parece ser de lo más inocente.  De hecho, durante los ejercicios de formación o talleres, yo le pido a los participantes que escojan de la lista de Presuposiciones de la PNL, aquellas con las que están de acuerdo y aquellas con las que no.  Y esta en particular, raras veces aparece en cualquiera de esas listas.
“Escoger es Mejor que no Escoger”
Varios conceptos aparecieron en nuestra conversación y en la experiencia que hemos tenido.
Escoger lo relacionamos con los sueños que teníamos de niños.  Nos permite recordar que siempre podemos decidir entre ser felices o no.  Nos permite recordar que lo que sucede es lo que sucede y que lo únic que está bajo nuestro control es cómo reaccionamos ante ello, cómo escogemos reaccionar.  En una sociedad en la que se nos piden respuestas inmediatas y resultados instantáneos, quizá resulte difícil detenerse y preguntar: ¿qué decido escoger ante esta situación?  Pero lo que sí es cierto, es que cuando lo hacemos, nuestra sensación de paz y de tranquilidad compensa el minuto que nos detuvimos para respondernos.
También es cierto que escoger implica un riesgo, ¿qué sucederá si escojo esto? ¿qué sucederá si escojo aquello?, existe el peligro de equivocarnos, cierto.  Y no te parece que el riesgo de quedarnos estancados, sin rumbo es más triste.  Ok, nos equivocamos, ¿y?  ¿Qué pasaría si me equivoco 10 veces y reconozco mis fortalezas y hago algo diferente y quizá, solo quizá logro algo maravilloso la vez #11?  ¿Verdad que sería estupendo?  Entonces, es hora de crecer, de madurar, de escoger y tener curiosidad ante las posibilidades que podrían presentarse.
Hablando de ese riesgo y la responsabilidad que conlleva, Lilian presentó una pregunta bien interesante: ¿Cómo recordar que puedo seguir escogiendo?  Especialmente cuando estamos acostumbrados a ser castigados por escoger equivocadamente, por cometer errores de juicio… La única respuesta fue: FLEXIBILIDAD, flexibilidad contigo mismo.  Hoy escoger irte a vivir a China, mañana puedes escoger otra cosa… ¿quién dice que no?  ¿Dónde están esas reglas que nos prohíben ser flexibles con nosotros mismos y aprender de nuestros errores?
También es cierto que cuando nuestros valores están claros y sabemos lo que es realmente importante para nosotros, también es más fácil escoger y tomas decisiones ecológicas y responsables.  Pusimos como ejemplo dos madres, casi con vidas paralelas, pero con valores muy diferentes.  Para una, la estabilidad de sus hijos y de su hogar eran lo más importante; para la otra, su libertad era la más importante.  Ante una situación de trabajo en la que se les exige que deben trabajar horas más largas que podrían beneficiarlas a la larga económicamente, la primera no lo duda (lo primero es la seguridad de sus hijos), la segunda rechaza la oferte (quiere tiempo para hacer otras cosas).  Y ojo, estos son casos de la vida real, en las que ambas madres aman intensamente a sus hijos… sin embargo, sus valores eran diferentes.  Escoger fue sencillo para ambas y ambas enfrentaron responsablemente las consecuencias de sus decisiones.  Es así de sencillo, no necesariamente fácil.
Ah! ¿Y qué hay de la frase “NO ESCOGER, ES ESCOGER”? Al final del día, siempre tendremos que enfrentar nuestra responsabilidad ante las decisiones que tomemos, ya sea que lo hagamos consciente o inconscientemente. 
Con respecto a esta presuposición también chequeamos nuestra ecología interna, ¿cómo me siento yo cuando escojo o cuando no escojo?  ¿Cómo se siente mi cuerpo?  Y esto fue lo que encontramos, y es posible que tú tengas más comentarios que agregar, por favor escribe en el blog para compartir tu punto de vista.
Escoger
No Escoger
Sensación de Poder
Me tengo que plegar
Tranquilidad
Angustia
Alegría
Indiferencia
Seguridad
Entrego mi voz
Entrega


Definitivamente… ¡escoger es mejor que no escoger!
El próximo encuentro es el lunes 13 de diciembre… con el tema “La gente normalmente tomará la mejor decisión posible en cualquier situación.”  ¡Te esperamos!

Elisabeth Tepper Kofod
30 nov. 10



Sirviendo a la Comunidad - Potencia tus Recursos

El viernes pasado, junto con Lilian Rodriguez, facilité un taller para algunos alumnos del 1er semestre del Instituto Universitario de Tecnología Bomberil.
La audiencia estaba compuesta por muchachos entre 18 y 25 años de edad que se están formando para ser bomberos profesionales.  Hasta pocas semanas antes yo ni siquiera sabía que existe una universidad que se dedica a formar profesionales con todos los conocimientos y los recursos necesarios para "salvarnos la vida" en un momento determinado.
Y de nuevo, mi fe en el hombre se refuerza...
Ver a estos muchachos conversar entre sí, respetarse, plasmar sus Esperanzas y Temores y atreverse a compartirlo con otras 30 personas, escuchar sus comentarios y reflexiones fue un bálsamo para mi.  Y cuando al final, en el cierre, fueron ellos mismos quienes reconocieron que lo "único" que hicieron ese día fue recordar lo que ya sabían, las lágrimas se asomaron a mis ojos, porque es eso exactamente lo que les digo a los participantes en mis formaciones... con la PNL solo estás haciendo consciente algo que vienes haciendo muchos años.  ¡¡¡Bravo!!!
Y gracias, gracias, gracias a Mónica Guzman, por invitarnos...
Y al IUTB por aceptar nuestra propuesta...
Y a Lilian, por cofacilitar este taller conmigo.
Comparto estas imágenes con ustedes, así como sus comentarios finales:


"Excelente taller y muy didáctico". Anónimo.
"...me parece excelente taller y toda persona debería conocer más de lo que es la PNL, ya que es un tema muy interesante".  Anónimo.
"PNL es una herramienta en la vida que te ayuda a muchas cosas en tus metas, sobre todo a alcanzarlas y mucho más en tu vida diaria". Anónimo.
"Del taller, aparte de excelente, muy enriquecedor, te permite un completo estudio de tus cualidades y recursos internos.  Me gustaría formar parte de equipo de trabajo".  Anónimo.
"Es agradable estar en talleres como lo fue con estas facilitadoras, sigan así, que saben dar una buena clase de PNL". Anónimo.
"El taller es muy interesante.  Todo el que tenga el privilegio de hacerlo, comprobará todas aquellas circunstancias que de mi parte viví.  Los invito a hacerlo.  Les sorprenderá lo que verán y aprenderán de él." Anónimo.
"... pongan de su parte y traten de aprovechar el taller al máximo, adquiriendo conocimientos y todo lo que le pueden impartir en estos talleres y sobre todo poner esto en práctica en la vida cotidiana de cada quien." Anónimo.
"Una excelentes profesoras.  De nuevo lo digo y no me canso de repetirlo.  Me dejaron un amplio conocimiento que puedo poner práctica para cumplir todas mis metas.  A todo el que pueda se lo recomiendo. De nuevo, gracias!!"  Andri González Mojica
"La verdad me agradó que nos diera o nos ayudara a comprender nuevamente las habilidades y cualidades que tenemos cada uno" Roy Alejandro Guaramato Ibarra
"...aquellas personas que no sepan qué es la PNL y sobre los cambios que dio sobre mi modo de pensar". Anónimo
"Solo puedo dar las gracias. Me gustó mucho. Es una experiencia única, la cual espero que muchas personas peudan compartir.  Anónimo.



El Mapa No es el Territorio

Ayer, 25 de octubre de 2010 comenzamos las prácticas de Programación NeuroLingüística, tres horas dedicadas a practicar y conversar entre Practitioners, acerca de diferentes tópicos de la PNL.
Esas 3 horas se dividen en tres partes: la primera en la que conversamos acerca de una de las presuposiciones de la PNL.   La 2da parte tiene que ver con compartir experiencias, conversar sobre nuestros casos, por supuesto, manteniendo la confidencialidad de los mismos, nutrirnos de la experiencia de otros practicantes de la PNL que posiblemente se habrían aproximado a cada caso de forma diferente.  Y por último, practicamos los ejercicios que hemos diseñado o que están en el repertorio de libros de la PNL; esto resulta especialmente útil cuando deseamos experimentar con alguna técnica y deseamos la opinión de otro experto.
Este artículo es el primero de varios que escribiré recopilando nuestras impresiones sobre cada una de las presuposiciones de la PNL, esas creencias útiles para cualquier terapeuta.
Comenzamos con…
EL MAPA NO ES EL TERRITORIO
Esta es una de las presuposiciones emblemáticas de la PNL… toda persona que ha tenido algún contacto con la PNL o sus practicantes, ha escuchado esa frase.  Sin embargo, ¿cuántos de nosotros realmente sabemos qué quiere decir? Y sobre todo, ¿cuántos de nosotros lo aplicamos a nuestro día a día?
La forma más simple de explicar esta presuposición es decir que todos vemos la realidad de forma diferente.  La realidad (EL TERRITORIO) es lo que es… sin embargo cómo la percibimos (EL MAPA) es diferente de una persona a otra.  Cada uno de nosotros tenemos filtros de percepción que son producto de nuestra educación, religión, idiosincrasia, idioma, sexo, etc. y los aplicamos a todo lo que nuestros cinco sentidos son capaces de captar.  De ahí que decimos que cada quien ve el mundo desde su óptica.
Nos preguntamos ¿cuándo fue el momento más reciente que tuviste presente esto de EL MAPA NO ES EL TERRITORIO?
Y en nuestra conversación, surgieron varios ejemplos:
·         Conversando con mi hermano, estuve atenta, curiosa, queriendo saber cómo piensa. Tener presente el mapa no es el territorio hace que sienta curiosidad, pregunto para conocer mejor a las personas a mi alrededor.
·         Me sorprendo de la forma de pensar de otro y me permito escuchar SIN JUICIO.
·         Un mismo evento dispara emociones diferentes entre las diferentes personas presentes.
·         Con los clientes, reconocer que tengo un mapa diferente del mundo, de esa realidad me permite saber que las cosas que suceden no son ni buenas ni malas, solo son diferentes.  Me puedo enfocar en lo que realmente es útil para mi cliente y puedo ayudarle a descubrirlo.
Coloco en mayúscula SIN JUICIO, porque de toda la conversación que tuvimos alrededor de EL MAPA NO ES EL TERRITORIO, pudimos concluir que cuando mantenemos esta presuposición en mente, entonces el juicio de “bueno o malo”, o “esto es así”, o “la única forma correcta es la mía” desaparece.  ¿No es maravilloso?  Y quizá estas pensando, ¿y no es esto un juicio?  Puede ser… ¡y me funciona!
También surgió la pregunta de ¿qué pasa cuando estás frente a una persona que “tiene la razón” o “las cosas son como yo digo”?
Y las respuestas estuvieron en el orden de:
·         No quiero hablar
·         Me distancio
·         Hay una barrera
·         Se crea una separación
·         Ni siquiera me da curiosidad saber cómo piensa
Esto sucede consciente o inconsciente.  Y recordamos esos días en los que por alguna razón nos sentimos agotados, cansados y sin saber por qué.  Porque estamos tratando de mantener la armonía en un entorno agotador.  En Genuine ContactTMhablamos de “entornos que nos agotan” o “entornos que nos nutren”… ¿cómo sabemos que estamos en un entorno que nos agota? Cuando nos sentimos incómodos, y queremos salir de una reunión y respirar, descansar, comer.  Es como si se agotara el oxígeno del ambiente.  ¿Cómo sabemos que estamos en un entorno que nos nutre? Cuando sabemos que podemos decir lo que pensamos y sentimos libres, cuando queremos quedarnos allí, cuando nos sentimos aceptados, nos sentimos cómodos.
Ahora bien, ¿qué pasa cuando esta persona es nuestro cliente?  Entonces, recordamos que no hay clientes difíciles sino terapeutas inflexibles.  Cuando realmente nos interesa la persona o nos está pidiendo asistencia, entonces tocará ser flexible y ver las cosas a través de sus ojos, sentir a través de su piel y escuchar a través de sus oídos.
También reconocimos que en las familias a veces heredamos ciertos mapas, a veces no… ¿y qué sucede cuando nuestros mapas son tan diferentes?  Lo que posiblemente muchos conocen… discusiones, discusiones y más discusiones.  ¿Qué pasaría si yo pudiera aceptar que el mapa de mi mamá o papá o hermano o pareja o hijo simplemente es diferente al mío?  ¿Cómo cambiaría entonces mi comunicación con la gente que amo?  Estoy segura que nuestras relaciones serían mucho más armoniosas y con esto no quiero decir que el otro va a pensar como yo… ¡nada más alejado de la realidad!, sino que al yo estar dispuesta a tener curiosidad por su mundo, mi curiosidad le dirá que tengo un interés genuino en él o ella, y eso reforzará nuestros lazos de amor.
Indudablemente, hacer rapport con el otro resulta invalorable… solo así seré capaz de entrar en el mapa del otro.  Sólo así lograré que el otro vea el territorio con mis filtros.
Así que la invitación es a tener presente que EL MAPA NO ES EL TERRITORIO.
Elisabeth Tepper Kofod
26 oct. 10


¡Y me enamoré!

Hace 8 años comenzó nuestra relación…
Ya me habían hablado de él.  Me decían, “es perfecto para ti” “seguro que lo conoces y te enamoras”… y yo pensaba ‘claro, como tantos otros’.  Sin embargo, no niego que sentía mucha curiosidad. ¿cómo sería de verdad? ¿sería tan hermoso como me habían dicho? ¿sería tan poderoso?  Sentía tanta curiosidad, que dije que sí, acepté ir a la cita a ciegas.
La verdad, ese día me preparé, me vestí con mucho cuidado, me perfumé y maquillé con meticulosidad.  ¿Cómo sería nuestro encuentro? 
Cuando finalmente llegué, estaba bastante tranquila, dispuesta a conocerlo, más por curiosidad que por cualquier otra cosa.
Entré y lo ví, allí estaba… nada especial, como cualquier otro.  Y entonces, comenzó a hablar, y en la medida que se describía a sí mismo y en la medida que me mostraba quién era, tocaba mi corazón de forma familiar, nada estruendoso, todo muy sutil, suavemente.  No fue nada apresurado.  Nos dimos nuestro tiempo, un año; nos veíamos, conversábamos, a veces creía que me estaba enamorando y creo que él también de mí, y a veces me decía, “tranquila, quizá todo sea una ilusión”.  Era mutuo. Poco a poco, mientras cada uno a su ritmo, mientras bailábamos y jugábamos juntos, nos dimos cuenta que realmente nos gustábamos, y muuucho.
Pero, la verdad es que no fue hasta esa noche oscura, de tristeza y de crisis, que lo llamé, le pedí ayuda, y él, sin hablar, sin preguntar mucho, con su amor cambió mi vida.  Me mostró nuevos caminos con una sutileza que apenas percibía.  Me ayudó a darme cuenta que YO SI PUEDO y que él siempre estaría allí para ayudarme.  Hasta hizo que mejorara mi relación con mis hijos, comenzamos a hablar, a vernos y sentirnos como nunca lo habíamos hecho.  De hecho… con él aprendí a ayudar a otros.  Lo sentía en mi alma, lo sentía en mi corazón y en mi cuerpo.  Ya yo no era la misma.
Nuestra pasión aumentó, y mientras más estamos juntos, más cuenta me doy de lo afortunada que fui en decir SI, si a la vida, si a mí  misma, si a la PNL[1]; y sí, la PNL es hermosa, es maravillosa y es muy poderosa.
Nuestra relación crece… y ahora, gracias a nuestro amor, puedo mostrarle a otros que pueden tomar rutas de alegría, que pueden ver la vida con otros lentes y escuchar su corazón.
Elisabeth Tepper Kofod
13 oct. 10